Película escrita y dirigida por Christian
Hurley y Ben Oliphint, quienes además comparten créditos como co-escritores del
guión junto a Dylan DeVol. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados
Unidos durante el mes abril, mientras que su salida en formato físico se dio el
pasado 7 de mayo.
Sinopsis:
Ben (Ben Oliphint), Dylan (Dylan
DeVol) y un grupo de amigos realizan un viaje de graduación a una cabaña remota
en donde piensan beber, cazar y beber un poco más. Sin embargo, cuando consumen
carne de ciervo contaminada, varios de ellos se empiezan a transformar en
zombies demoniacos que solo quieren destruir al grupo.
Comentarios generales:
Por lo regular es fácil el poder
identificar con solo el trailer cuando una película no se toma tan en serio y
por lo consiguiente uno como espectador sabe establecer sus expectativas en
base a eso, siendo este el caso con A Most Atrocious Thing. Un trabajo que en
el papel suponía algo hilarante para pasar un buen rato, pero que se queda
demasiado corto en dicho propósito.
Esto porque lo traído por Hurley
y Oliphint es una comedia de terror serie b que no sabe cómo medir el nivel de absurdez
que muestra en pantalla y eso provoca que una historia demasiado
simple como esta no pueda tener la suficiente sustancia para darle un rumbo
interesante, dejándola solo como una curiosidad que por obra de la casualidad
tiene que ver con zombies.
Ante esto los primeros 35 minutos
son bastante olvidables, llenos de un humor bobo y con avances muy
tímidos en el desarrollo; siendo la aparición de una marioneta de ciervo lo
único que resalta. Aunque una vez pasado ese periodo de tiempo las cosas mejoran
ligeramente conforme el tema zombie va adquiriendo relevancia al construir
algunas situaciones entretenidas que por lo menos saben combinar el humor con la
sangre, no al grado de ofrecer un festival gore como se podría haber imaginado,
pero si para solventar un poco la falta de emociones previas en base a
elementos básicos que funcionan de forma correcta a pesar de las claras
limitaciones.
Llevándonos así a una parte final
que no cambia demasiado la tónica y que en cuanto a intensidad deja mucho que
desear al nunca soltar el freno de mano cuando se trata de presentar violencia. Optando
mejor por un desenlace que pretende tener cierta emotividad sin los mejores
resultados y que queda como algo sin importancia.
De las actuaciones hay que decir que son caricaturescas y en su mayoría se sienten muy amateur. Mientras que en
producción es claro el limitado presupuesto con el que se contó, pero no es
algo que afecte de gran forma: el trabajo de fotografía es efectivo, la
dirección de arte es discreta, el score no es nada del otro mundo, el trabajo
de sonido es limpio, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: A Most Atrocious
Thing es mediocre. Comedia de terror con alguno que otro momento gracioso y
nada más.
Ojometro:
**