Precuela escrita y dirigida por Michael
Sarnoski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado
28 de junio, recaudando hasta la fecha $109.6 millones de dólares en taquilla a
nivel mundial.
Sinopsis:
Una mujer de nombre Sam (Lupita Nyong’o)
se ve atrapada en Nueva York durante la etapa inicial de la invasión de
criaturas alienígenas súper violentas con un sistema auditivo sumamente
sensible.
Comentarios generales:
A pesar de que era un movimiento
lógico por parte de Paramount después del rotundo éxito de la primera entrega,
lo cierto es que nadie esperaba que “A Quiet Place” se convirtiera en una
franquicia debido a que no parecía que pudiera sostenerse más allá de una
secuela. Por ello es que cuando se reveló la existencia de un nuevo proyecto
muchos tomamos la noticia con cautela y más cuando se supo que John Krasinski
no estaría involucrado; sin embargo, a pesar de las dudas creo que todavía hay
algunas cosas puntuales que se pueden contar, aunque no sé si A Quiet Place:
Day One sea la prueba más contundente de ello.
Y es que si bien lo traído por
Sarnoski es una precuela sólida, lo cierto es que su historia puede que no sea
lo que muchos esperaban debido a que esta se va más por el camino del drama que
el del terror, utilizando el inicio de la invasión solo como el escenario de
fondo para contarnos otra cosa menos emocionante. Lo cual en un inicio no
afecta tanto debido a que la primera media hora es trepidante al mostrar la llegada
de los aliens y todo el caos que provocan, logrando así algunas escenas con
bastante intensidad para seguir demostrando su brutalidad y dar solo una
probadita del caos vivido en la tierra durante esas primeras horas.
Hasta ahí todo va más o menos como
se espera, pero una vez que se termina ese empuje inicial poco a poco se
empieza a profundizar más sobre el estado de salud de Sam y sobre cómo su meta
en realidad no es salir de NY. Algo que no encontré precisamente aburrido
debido a que su relación con Eric va evolucionando de manera agradable conforme
se vuelve más evidente el propósito final, además de que se ven envueltos en
situaciones de riesgo bien logradas; aunque también es innegable que esto
provoca que el ritmo no sea el más ágil durante la segunda mitad del filme y determinada
información que uno esperaba encontrar aquí sobre las primeras dos películas queda
en un plano muy secundario o simplemente no se toca por darle prioridad al lado
humano.
Dejándonos así ante una la parte
final que trata de ser mucho más emocional sin dejar de lado los momentos de peligro.
Amalgamando ambos aspectos para construir un desenlace potente y bastante tenso
que logra darles el cierre más lógico a nuestros dos protagonistas.
En lo que se refiere a las
actuaciones realmente Lupita Nyong’o hace un trabajo que no es espectacular,
pero cumple con su cometido y sabe sobrellevar de buena manera el limitado
número de diálogos con el que cuenta. Mientras que Joseph Quinn (Eric) funciona
como un gran complemento e incluso por varios lapsos es quien más destaca.
En cuanto a producción tenemos
una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la
dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido espectacular
como siempre, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje es
probablemente lo más discreto.
Opinión final: A Quiet Place: Day
One me gustó. Película sólida que tal vez no es lo que muchos esperaban, pero es un
buen añadido a la franquicia.
Ojometro:
****