Película dirigida por Ante
Novakovic, cuyo guión fue co-escrito por los hermanos Anthony y James Gaudioso.
Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de abril, aunque no
hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Moira Cole (Shawnee Smith) trata
de reconstruir su vida después de que su familia fuera asesinada por su trastornado
primo cuando era joven. Ahora, varios años después, tanto ella como sus seres
queridos se ven en peligro cuando este regresa bajo la identidad pública de Skulleton.
Comentarios generales:
A pesar de ser un subgénero
explotado hasta el cansancio, siempre he pensado que el slasher tiene que
seguir siendo una pieza fundamental del cine de terror por su capacidad de
crear nuevos villanos cada determinado tiempo y por ello cuando sale uno nuevo
con cierto potencial para iniciar una franquicia me genera mucha curiosidad.
Situación que sin duda se dio con Bloodline Killer, pero al final las cosas no
salieron como lo esperaba.
Ya que lo traído por Novakovic y
los hermanos Gaudioso claramente tiene una marcada intención para ser una
franquicia de nicho dentro del género; de hecho, su historia en general te hace
recordar de cierto modo a “Halloween”. El problema es que aquí la forma en la
que se expone la relación de Moira con el asesino es demasiado superficial en
todo momento y eso conlleva a que la información relevante sea presentada bajo
un desorden muy marcado que hace que te cueste trabajo el poder involucrarte de
lleno con esta problemática familiar, hasta el punto de sentir que varios de
los sucesos son demasiado random y sin un propósito claro.
Provocando con esto que la
película tenga un ritmo poco atractivo que tampoco pueden sacudírselo añadiendo
algunas muertes porque Skulleton cuenta con una presencia limitada en pantalla durante
al menos unos 40 minutos, aunque cuando este empieza a tener más relevancia en la segunda mitad las cosas presentan una ligera mejoría. No solo por el hecho
de que hay muertes (poco llamativas, pero las hay), sino porque con nuestro
asesino más involucrado la paranoia de Moira con todo su entorno adquiere mayor
sentido y en base a ello se logra generar algo de tensión para que la llegada a
la parte final no resulte tan descafeinada.
Lo cual se agradece porque al
menos es aquí cuando el nivel de intensidad se incrementa y eso hace que la
falta de profundización quede un poco de lado. Dejando un cierre que es la
mayor muestra del peligro que representa Skulleton, aunque al estar
completamente pensado para dejar todo abierto para una eventual secuela lo
ocurrido te genera más indiferencia que otra cosa.
De las actuaciones hay que decir que no son lo mejor a
pesar de tener un elenco con experiencia, lo cual dice mucho de la pobre labor
de dirección en términos generales. Siendo Shawnee Smith la única que más o
menos trata de ofrecer algo que se salga de la mediocridad, incluso si eso
significa caer un poco en lo exagerado.
Y en cuanto a producción, la
factura es decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es
poco llamativa, el score no está mal, el trabajo de sonido es efectivo, los
efectos son muy básicos y la labor de maquillaje ínfima.
Opinión final: Bloodline Killer
es decepcionante. Uno de esos casos en donde la buena idea está ahí, pero no
sale como se espera.
Ojometro:
**