Película escrita y dirigida por
Ti West (The Innkeepers, X). Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos
como en México el pasado 5 de julio, recaudando hasta la fecha $14.7 millones
de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
En el Hollywood de los años 80s,
la estrella de filmes para adultos y aspirante actriz Maxine Minx (Mia Goth)
finalmente obtiene el papel que tanto ha anhelado. Pero mientras un misterioso
asesino serial pone de cabeza a la ciudad, un rastro de sangre amenaza con
revelar su siniestro pasado.
Comentarios generales:
La trilogía de X debe de ser uno
de los proyectos más peculiares que se hayan dado dentro del género en los
últimos años, ya que se combinaron un estudio y un director con visiones/estilos
poco amigables para el público mainstream con una apuesta que bien pudo haber
fracasado desde un inicio. Sin embargo, ante todo pronóstico eso no sucedió e
incluso logró captar miradas fuera de la burbuja de fans del cine de terror
para poner a MaXXXine en una posición envidiable y que creo supo aprovechar lo
mejor que pudo.
Esto porque para el cierre de su
trilogía Ti West apostó por los excesos del Hollywood de los 80s esperando
atraer más miradas y sobre todo para volver a las raíces slasher de “X”, pero bajo
un enfoque distinto en el que Maxine se vuelve la víctima a pesar de que sigue
siendo un personaje siniestro cuya única meta es volverse famosa a como dé
lugar. Utilizando a la propia ciudad como un personaje más que la envuelve no
solo en el ambiente de excesos que rodeaban la industria en ese entonces, sino
también en un ambiente hostil en el que su pasado la alcanza por medio de un
detective privado y un asesino serial que la van acorralando por medio de
situaciones que la involucran directa o indirectamente.
Ocasionando así que la primera mitad
de la película no sea tan brutal como uno esperaría, aunque afortunadamente
nunca se vuelve aburrida y gracias a la atmósfera que se logra generar siempre
existe una sensación de riesgo palpable que ayuda a magnificar el peligro que
representa el asesino para nuestra protagonista. Quien poco a poco se
empieza a desestabilizar mentalmente y se vuelve algo vulnerable, pero no al
grado de dejarla como alguien débil para que así empiece a resolver sus
problemas de la única manera que sabe y con ello incrementar la intensidad conforme
se va entrando a la parte más violenta.
Llevándonos así a unos 20 minutos finales que sin duda generarán opiniones divididas porque, si bien contienen momentos de shock y sangre, lo cierto es que se siente un tanto forzado lo que
ocurre. Tal vez no en cuanto a las motivaciones que hay detrás, sino más bien
porque quien lo planea no es un personaje tan relevante para este punto y
simplemente no logra proporcionar ese gran impacto que debería, provocando que el
desenlace no sea el más memorable para el cierre de una trilogía.
Con respecto a las actuaciones
hay que decir que Mia Goth vuelve a hacer un buen trabajo, no con un nivel de
trastorno tan elevado como en Pearl, pero manteniendo una línea similar con un
personaje más exótico como Maxine. Mientras que Kevin Bacon (John Labat) esta
genial como secundario con un personaje exótico y patético que deja su huella.
En cuanto a producción contamos
con una buena factura en general: el trabajo de fotografía es sólido, la
dirección de arte está muy bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo
de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje
cumple.
Opinión final: MaXXXine me gustó.
Buen cierre para la trilogía, aunque tal vez no sea tan controvertida como se
esperaba.
Ojometro:
****