Producción australiana escrita y
dirigida por Kiah Roache-Turner (Wyrmwood: Road of the Dead). Se estrenó de
manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de
abril, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo
30 de julio.
Sinopsis:
Después de haber criado en
secreto a una muy inteligente y talentosa araña, Charlotte (Alyla Browne) tiene
que enfrentar las consecuencias sobre su nueva mascota y pelear por la
supervivencia de su familia cuando la que alguna vez fue una encantadora
criatura se transforma en un monstruo gigante come carne.
Comentarios generales:
No me atrevería a decir que las
películas de arañas están viviendo un nuevo auge, pero por lo menos este año
han vuelto a entrar en la conversación tras varios años en el
olvido y eso es algo positivo. Por ello es que Sting era una propuesta que
llamaba mi atención y siendo una producción australiana tenía la esperanza de
ver mucha sangre, cosa que al final no se dio; sin embargo, a pesar de eso me
he pasado un buen rato.
Ya que lo traído por Kiah
Roache-Turner apuesta por una historia de criaturas gigantes mucho más ligera
sin caer precisamente en la comedia y desde muy temprano lo deja en claro,
aunque eso no evita que la primera media hora sea poco interesante. Sobre todo
porque más allá de la presentación de un grupo de personajes un tanto
pintorescos realmente existen pocas cosas para destacar y la mayoría tienen que
ver con el comportamiento de la propia araña, a la que tratan de establecer
como una criatura “encantadora” por medio de situaciones que claramente no
reflejan eso, pero para una niña como Charlotte resultan cool y por lo
consiguiente se crea cierto vinculo que lleva a problemáticas familiares que
serán importantes en el desarrollo.
Gracias a esto no es sino hasta
entrados en el segundo acto cuando las cosas toman mejor forma al ver de lo que
es capaz la araña, llevando a escenas cuyo nivel de violencia no es tan elevado
pero sirven perfectamente en su propósito de mostrar lo peligrosa que es incluso
sin ser todavía tan enorme. Todo bajo un ritmo agradable que se mantiene
estable mientras vemos situaciones de riesgo que probablemente no son tan
impactantes a nivel visual, más si logran generar el caos necesario para que
esto no se vuelva aburrido y se pueda dejar todo preparado para una parte final
un tanto predecible.
Algo que en definitiva pudo haber
sido un problema mayor, sin embargo, se muestra la habilidad suficiente para
que esta sea dinámica e incluso cuente con un poco más de sangre.
Proporcionando así un cierre con la potencia necesaria como para que no te
resulte indiferente.
Con respecto a las actuaciones
hay que decir que se tiene un elenco competente, todos hacen bien su trabajo y
eso ayuda a que las cosas caminen de manera efectiva la mayoría del tiempo.
Mientras que en producción también tenemos buenas cosas: el trabajo de
fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada
del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sólidos y la labor
de maquillaje cumple.
Opinión final: Sting está
divertida. Película simple para pasar el rato durante cualquier día de la semana.
Ojometro:
***