Película dirigida por Michael
Leavy, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steven Della
Salla, Robert Privitera y Jason Leavy. Se estrenó de manera limitada en cines
dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que su salida en VOD
se dio el pasado 15 de octubre.
Sinopsis:
El fin de semana de descanso de
la familia Keenan se convierte en unas vacaciones para morir, ya que cuatro
despiadados asesinos llevan a cabo un sádico juego en su hotel. En donde compiten para
ver quién mata de la manera más creativa a todos los huéspedes.
Comentarios generales:
Cuando una película tiene dentro
de su elenco nombres como el de Tim Curry, Jeffrey Combs, Danielle Harris, Bill
Moseley, Tim Reid, Dee Wallace, Felissa Rose y el recién fallecido Tony Todd
difícilmente va a pasar desapercibida, incluso si se trata de un proyecto
relativamente pequeño. Es básicamente lo más cercano que los fans del cine de
terror podrían tener de un crossover tipo Marvel con su MCU, pero lamentablemente
Stream no sabe sacarle provecho a esto.
Lo cual es una pena porque lo
presentado por Leavy tenía los ingredientes para ser algo entretenido a pesar
de que su concepto como tal se encuentra un tanto desgastado, poniéndonos
frente a una historia a la que le termina afectando el tener tantos guionistas
involucrados dado a que sufre en todo momento para encontrar su identidad y eso
conlleva a que el uso de los rostros conocidos sea solo un recurso exprés para
desviar la atención. Sobre todo durante unos primeros 35/40 minutos en los que
pasan pocas cosas interesantes al centrarse más que nada en un drama familiar
que no deja bien posicionados a ninguno de sus miembros como personajes por los
cuales sientas gran empatía, aunque por lo menos existen intentos por tratar de sacudir un poco el
tedio con algunas muertes que dan una idea del grado de violencia que se debe
de esperar.
Siendo precisamente una muerte
sorpresiva la que sirve como punto de partida para brindar una mayor dinámica y
empezar a ver situaciones intensas que ayuden a que establecer la peligrosidad
de cada asesino, quienes a pesar de estar bajo una máscara y no decir ni una
sola palabra muestran personalidades bien definidas que le dan su toque único a
cada asesinato. Lo malo es que la manera en la que se construye todo alrededor
del juego tiene poca intensidad y resulta en extremo predecible, ocasionando
con esto que escenas pensadas para añadir impacto no tengan el nivel de
efectividad deseado y poco a poco lo que se ve en pantalla termina volviéndose
repetitivo.
Algo que sin duda buscan cambiar
durante la parte final, donde le dan más exposición al personaje de Mr. Lockwood y eso
hace que las cosas adquieran cierto grado de locura para hacer de estos minutos
entretenidos. Dejándonos un desenlace que tiene buena intensidad, pero jamás se
logra vender la idea sobre la aparente magnitud del juego y por lo consiguiente
te quedas con una sensación de vació importante.
De las actuaciones realmente
quien más resalta es Jeffrey Combs (Mr. Lockwood), cuyo personaje es el único
que tiene un propósito claro en la historia más allá de un cameo glorificado y
le sabe sacar el mayor jugo posible. Mientras que en producción es cumplidora:
el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es desangelada, el score
no aporta mucho, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están bien hechos y
la labor de maquillaje resulta correcta.
* Cuenta con dos escenas durante
los créditos
Opinión final: Stream es
decepcionante. Película con muchos nombres llamativos, pero pobre ejecución.
Ojometro:
**