Película dirigida por Lee
Daniels, cuyo guión fue co-escrito por David Coggeshall y Elijah Bynum. Se
estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 30 de agosto.
Sinopsis:
Ebony (Andra Day) es el sustento
de una disfuncional familia de Indiana que atraviesa graves problemas
económicos. Aunque pronto su situación empeorará cuando extraños eventos
empiezan a ocurrir dentro de su nueva casa.
Comentarios generales:
Siempre he mencionado que es
positivo que directores de renombre volteen a ver el cine de terror porque eso
automáticamente atrae miradas de otro tipo de público que por lo general no
consume el género. Sin embargo, muchas veces estos experimentos no resultan tan
efectivos por diversos factores y The Deliverance es un claro ejemplo de ello.
Y es que Lee Daniels nos
demuestra que en realidad no sabe hacer terror al traernos una historia de
demonios en la que el demonio es lo menos importante durante un periodo
extendido de tiempo y se centra más en un dramón familiar que durante los minutos
iniciales puede ser interesante por la compleja relación de Ebony con sus
hijos, pero una vez que se asienta esa problemática las cosas empiezan a irse
en picada rápidamente. Sobre todo porque la única manera con la que se pretende
generar terror es por medio de recursos básicos que ni siquiera son bien
implementados, logrando con esto que exista demasiada repetitividad desde
temprano y gracias a ello el ritmo sea uno exageradamente lento.
Un problema que se va
magnificando conforme se entra a la segunda mitad de la película debido a que
la manera de ir exponiendo la posesión carece de imaginación y los momentos
pensados para incrementar la sensación de riesgo son demasiado blandos como
para sacudir un poco la monotonía. Además, por si esto no fuera suficiente, la
obsesión por seguir empujando fuertemente el drama familiar le quita
reflectores a todo lo referente al demonio y esto hace que la profundización
sobre dicho tema se sienta totalmente improvisada al saltar de una idea a otra
hasta que puedan encontrar algo lo suficientemente estable como para agarrarse
de eso y así construir una parte final que pueda ser intensa.
La cual sin duda lo es, sin
embargo, eso no quiere decir que sea efectiva debido a que todo lo que ocurre
carece de sentido. Donde se apuesta a que sean las dosis de espectacularidad las
que oculten las inconsistencias dentro de un desenlace en el que pasan muchas
situaciones huecas que pretenden ser más de lo que verdaderamente son.
En lo que se refiere a las
actuaciones hay que decir que probablemente es donde tenemos los únicos puntos fuertes, ya que Andra Day construye
un personaje con muchos demonios internos que no genera empatía pero tampoco
desinterés. Mientras que Glenn Close (Alberta) ofrece una interpretación
excéntrica como pocas veces se le ha visto y definitivamente es la que más
destaca por eso mismo.
Sobre la producción no tenemos
mucho que resalte de gran forma: el trabajo de fotografía no es nada del otro
mundo, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo
de sonido cumple, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es
efectiva.
Opinión final: The Deliverance es
mala. Película con muchos problemas que quedará en el olvido rápidamente.
Ojometro:
**