Película dirigida por Alejandro
Brugués (Juan of the Dead), cuyo guión fue co-escrito por Chris LaMont y Joe
Russo. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados
Unidos el pasado 12 de julio, aunque no hay información sobre si saldrá en
formato físico.
Sinopsis:
En la víspera de su cumpleaños
75, un multimillonario invita a sus distanciados hijos a reunirse en su casa
ante la sospecha de que algo o alguien intentarán matarlo. Poniendo en juego su
herencia para asegurarse de que todos ayuden a mantenerlo con vida.
Comentarios generales:
No es común que Netflix deje un proyecto a medio camino debido a que es un servicio que todo el tiempo se encuentra
en búsqueda de contenido sin importarle demasiado tener un control de calidad
tan alto, así que cuando se supo que ya no distribuirían The Inheritance
honestamente me esperaba lo peor. Aunque al final el resultado es más digerible
de lo que se pudiera llegar a pensar.
Más que nada porque lo ofrecido
por Brugués es una historia muy simple que no pretende ofrecer más de lo que debe
y eso se deja en claro desde un primer acto que no contiene nada particularmente
llamativo, donde el principal objetivo es establecer el total distanciamiento
entre los hermanos y definir conflictos que añadan ciertas dudas con respecto a
sus motivaciones para aceptar la invitación. Mientras que al mismo tiempo y de
forma sutil se trata de generar una atmósfera un tanto tétrica con la que se
pueda ir integrando el tema sobrenatural que poco a poco va ir tomando el mando.
Algo que provoca que el ritmo no
sea el más ágil, pero una vez que el peligro empieza a manifestarse de manera
constante esto cambia y las cosas se vuelven más agradables, impulsado
principalmente por el fatal destino de los hijos. Lo cual ayuda a incrementar
el nivel de intensidad sin que se requiera demasiada violencia y, sobre todo, se
pueda contar con una dinámica bastante caótica que no permite que existan
pausas que pudieran afectar el incremento del ritmo; aunque también hay que decir que por
algunos momentos esto puede generar confusión en lo que respecta a la
distribución de la propia mansión y cómo los personajes se mueven dentro de
esta considerando que hay varias escenas donde corren de un punto a otro.
Llevándonos así a una parte final
que presenta un giro que en realidad no es tan sorprendente, pero al menos termina
dándole sentido a las cosas. Lo malo es que lo que hay detrás de este no recibe
la profundización que debería y en términos generales diría que se siente algo
hueco, teniendo como consecuencia un desenlace que, si bien no lo encontré
aburrido o malo, si carece de la potencia necesaria para tener el impacto que
debería.
Con respecto a las actuaciones no
hay mucho para destacar realmente, tal vez la presencia Rachel Nichols
(Madeline) o Briana Middleton (Hannah) es lo que más llama la atención pero tampoco es
nada como para echar fuegos artificiales. Mientras que en producción tenemos
algo decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sólida,
el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos
están bien cuidados (salvo por un breve momento con CGI al final) y la labor de
maquillaje es discreta.
Opinión final: The Inheritance
está pasable. De esas películas desechables para perder el tiempo y olvidarla
en un par de días.
Ojometro:
***