El pasado 20 de junio finalizó
Pretty Little Liars: Summer School, la segunda temporada de este spin-off de
terror que en 2022 dejó un buen sabor de boca a pesar de estar rodeado de
muchas dudas al provenir de una franquicia que no está ligada al género y que
para esta ocasión llegaba probablemente con un poco más de expectativas
precisamente por el recibimiento positivo. Algo que se traducía en mayor
presión por darle buena continuidad a la historia y que han sabido solventa,
aunque tal vez no con tanta efectividad como hace un par de años atrás.
Sobre el tema de los ratings es
difícil saber números concretos al tratarse de una serie transmitida por Max y
no se sabe si será renovada para una tercera temporada, pero por lo que ocurrió
en el episodio final y algunas declaraciones de sus creadores (Roberto
Aguirre-Sacasa y Lindsay Calhoon Bring), no sería raro que sucediera esto.
Aquí me centraré en lo positivo y
negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así
que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE
LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.
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LO POSITIVO
Los traumas de Imogen
Probablemente el punto más fuerte
de Summer School fue la forma en la que manejaron a Imogen, ya que al darle seguimiento a los
traumas provocados por todas las horribles experiencias que vivió se logra convertirla
en un personaje mucho más interesante. No solo por la vulnerabilidad mental
ante los ataques/amenazas que involucran a Bloody Rose, sino por las
situaciones comunes que la hacen explotar y que van forjándole un carácter mucho
más fuerte.
Buen manejo del misterio detrás
Bloody Rose
Si algo ha tenido la serie
durante estas dos temporadas es que han sabido ocultar de manera efectiva la
identidad de sus asesinos y aunque en Summer School descifrar el misterio es
más sencillo, lo cierto es que logran tenerte con dudas la mayor parte del
tiempo. Logrando así que sea complicado que pienses abandonarla por la simple
curiosidad que te genera lo que ocurre.
Continuidad inmediata
Fue una agradable sorpresa ver
que la segunda temporada literalmente arranca justo donde se quedó Original Sin,
lo cual vuelve muy sencillo el poder involucrarte de lleno nuevamente con la
historia y los personajes. Además de que esto ayuda a que la aparición de una
nueva amenaza no se sienta forzada y pueda tener una conexión lo
suficientemente sólida con “A”.
Episodios imperdibles:
(1) Chapter
Eleven: Spookyspaghetti.com
(3) Chapter Thirteen: Sweet Sixteen
(6) Chapter Sixteen: Hell House
(8) Chapter Eighteen: Final Exam
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LO NEGATIVO
Pocas muertes… otra vez
Un problema que se tuvo en la
primera temporada y que desafortunadamente se volvió a presentar en esta
segunda fueron las pocas muertes en pantalla, algo que sin duda termina
afectando debido a que estamos hablando de una serie slasher.
Lo peor es que en esta ocasión ni
siquiera existió una verdaderamente significativa provocada por Bloody Rose y
solo se limitaron a matar personajes de poca importancia o vil relleno.
La iglesia/culto
En los primeros episodios parecía
que la subtrama de Kelly con esta iglesia/culto tendría mucha importancia; sin
embargo, conforme pasaban los episodios se fue perdiendo y en realidad terminó
quedándose más que nada como una ridiculez cuyo principal propósito fue ser la
vía para mandar un mensaje de tolerancia que no estuvo mal, pero
definitivamente no era lo que se esperaba.
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Opinión final: Summer School es
cumplidora. Una segunda temporada que solidifica la existencia de la serie sin
demasiados cambios y con una idea clara sobre cómo quieren contar su historia,
a pesar de que por momentos se puede caer en cosas absurdas o de corte muy adolescente
que pueden fastidiar a más de uno.