Elementos de thriller, terror y erotismo se combinan en esta película dirigida por JT Mollner. Últimos días del raid delictivo de un asesino serial.
Por Nicolás Bianchi
Hay decenas o cientos de películas basadas en asesinos seriales. Por lo general, estas recurren a elementos del relato policial o el terror. Strange Darling, más allá de estos límites, incorpora elementos de erotismo, ya que el núcleo central de su narración gira en torno a una pareja de amantes que vive una noche, digamos, especial. Además, el film presenta otro recurso que funciona muy bien: una estructura supuestamente desordenada.
Con respecto a esto último, la película está integrada por 6 capítulos y una coda o epílogo. Esta última sección, como corresponde, es la que cierra el relato. Ahora bien, los capítulos se presentan de manera desordenada. Es decir, primero está el 3, después el 5 y así. Esto sirve para que el guión vaya mostrando sus cartas de a poco. Entonces, lo que en principio parece una historia convencional y lineal se transforma en otra cosa.
Los protagonistas del relato se presentan bajo nombres sugestivos. Esta pareja está conformada por The Lady (Willa Fitzgerald) y The Demon (Kyle Gallner). En principio, el espectador no sabe cómo se conocieron. Lo que es cierto es que están dispuestos a vivir una noche de pasión en un motel en medio de la nada, en Oregon. La velada incluye el uso de algunos juguetes, esposas y también droga.
En principio, The Demon es presentado como un macho violento y musculoso. Es el típico hombre a punto de estallar por cualquier cosa. En cambio, The Lady es más serena, aunque sus gustos sexuales son algo kinky, por llamarlos de alguna manera. Ella quiere que la asfixien, que la dominen. Después del primer corte en la línea temporal del relato, The Lady se encuentra huyendo a campo traviesa.
De esta manera, llega a la casa rural de Frederick (Ed Begley Jr.) y Libby (Denise Grayson), dos veteranos que viven en una suerte de paraíso idílico con un jardín espléndido. Esta pareja cree que el fin del mundo está cerca. Pertenecen a lo que se conoce como preparacionistas o preppers (Estados Unidos cobija especímenes humanos muy diversos). Básicamente, The Lady y The Demon trasladan su infierno a esta morada extraña pero pacífica.
No es necesario contar más de la trama. Se trata de esas películas en las que los spoilers sí hacen la diferencia. Lo que se puede decir sin estropear la experiencia de nadie es que el mecanismo que emplea el director para contar funciona muy bien. Además, los personajes, pero sobre todo el de ella, resultan muy atractivos. Strange Darling le da una vuelta de tuerca más al género de las películas de asesinos seriales. Y lo hace con éxito.
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