Un grupo de hombres de las cavernas es amenazado por una entidad misteriosa que los caza. Primera película del director de TV Andrew Cumming.
Por Nicolás Bianchi
Lo más llamativo de este film, titulado originalmente Out of darkness, es la elección del tiempo en el que transcurre la historia. Se trata de un relato de terror durante la Edad de Piedra. Los personajes son cavernícolas que viven al borde de la supervivencia. Ahora bien, no hay (y no tiene por qué haber) ningún intento de narrar esta historia de manera real.
Los personajes, en verdad, no son seres humanos prehistóricos. Hablan de conceptos complejos como el de “demonios” o “tierra prometida”, que son propios de la modernidad o la antigüedad. Además, los hombres están afeitados y todos lucen pantalones y abrigos más propios de un mall comercial actual que de los primeros tiempos de los hombres.
Más allá de todo esto, el objetivo de la película es narrar un relato de suspenso y terror. La protagonista Ave (Iola Evans) es una vagabunda que ha sido asimilada a un grupo liderado por Adem (Chuku Modu). Este hombre fuerte comanda a sus hijos, al viejo Odal (Arno Lüning) y al joven pero débil Geirr (Kit Young). La misión que tiene este conjunto de personajes es sobrevivir, básicamente encontrar algo para comer. Además, persiguen el sueño de encontrar una tierra en la que establecerse.
Mientras recorren parajes escarpados (la película se filmó en Gairloch, Escocia) en busca de comida, estos hombres y mujeres comienzan a ser amenazados y atacados por una entidad misteriosa. De noche, cuando la única luz proviene de la fogata alrededor de la que duermen, se escuchan ruidos extraños, gritos algo diabólicos. Entonces, uno de los hijos de Adem desaparece.
Este suceso lleva a estos personajes a un bosque en el que rápidamente quedan atrapados. La película cuenta una suerte de cacería en la que el espectador, durante un largo rato, observa solo a las presas. El cazador o los cazadores permanecen en las sombras de las que habla el título. Además, está flotando la idea de que es posible que esta entidad sea sobrenatural.
Entre las sombras es rudimentaria y no tiene muchas ideas para contar lo que cuenta. Las imágenes de los personajes amenazados entre penumbras se reiteran. Las escenas se estiran. Falta creatividad tanto en la puesta en escena como en la creación de situaciones que generen terror. Todo el tiempo el film juega a lo seguro. En el resultado final se observan más carencias que virtudes.
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