Mi Hermano Sobrevivio a el Ataque de una Bruja

Historia de Terror Real Titulada Mi Hermano Sobrevivio a el Ataque de una Bruja, enviado por Lupita Salazar a la cual agradecemos por la confianza porque es la hermana del protagonista de los hechos ocurridos en Ecatepec y que publicamos en esta pagina tal como lo envia.

Mi Hermano Sobrevivio a el Ataque de una Bruja

 

Este relato que a continuación voy a nárrarles sucedió en el camino que va de la colonia Ejidal Emiliano Zapata, al centro de San Cristóbal, Ecatepec.

Le sucedió a uno de mis hermanos mayores en las fechas de las posadas navideñas.

Mi hermano tenía 10 años en aquel entonces, y la iglesia hacía posadas para regalar bolsitas con galletas de animalitos, dulces y frutas. Es por esta razón que muchos niños acudían a las posadas.

En esa ocasión, se juntaron como más de 20 niños para ir a la celebración y entre ellos iba mi hermano y dos hermanas más.

Todos partieron a las 6 de la tarde hacia la iglesia de san Cristóbal, pero para cortar camino decidieron pasar por una barranca donde corría el agua del cerro cuando llovía.

Todo iba muy bien, llegaron a la posada que la iglesia les había brindado, jugaron, bailaron y se divirtieron mucho, cuando la fiesta acabó todos partieron de regreso a sus casa, pero ya era muy tarde, estaba obscuro y en esa época no había muchas casas ni tampoco alumbrado público.

Entre risas y platicas en el camino, escucharon que a lo lejos alguien gritaba desesperadamente «¡La bruja, la bruja, corran!».

Unos niños corrieron asustados, pero otros no creyeron que fuera real (entre ellos mi hermano).

Mi hermana (la más grande) tomó de la mano a mi hermano diciéndole: «¡córrele, dicen que hay una bruja!», pero mi hermano se negaba diciendo: “las brujas no existen» Y siguieron su camino hasta llegar a la barranca, cuando de pronto uno de los niños (quien tampoco había corrido) empezo a gritar aterrado: “¡ahí está!»…

Comenzaron a gritar y a correr muchos de ellos, cuando mis hermanos voltearon hacia donde señalaban dice que entre la obscuridad y los árboles estaba la silueta de una mujer asomandose con sus ojos brillando.

Empezaron a correr pero mi hermano era de los últimos, aún le faltaba salir de la barranca.

Dice que mientras corría sintió como si alguna fuerza invisible lo empujara para caer, pero cuando se levantó y volteó hacia atrás se quedó completamente paralizado…

Había una mujer unos metros atrás viéndolo fijamente, estaba vestida completamente de negro con un velo en su rostro, sus ojos brillaban muy intenso (a través del velo), pero lo más escalofriante es que la mujer flotaba en el aire.

A pesar de que mi hermano estaba en shock viendo la impresionante y espeluznante escena logró reaccionar corriendo lo más fuerte que pudo.

Volteaba hacia atrás mientras corría para ver si la mujer seguía ahí, y podía verla como se acercaba hacia él flotando, hasta que por suerte logró llegar a una calle donde había poca luz y cuando volteo la bruja maligna había desaparecido.

Decidió alejarse caminando rápido de ahí, y cuando llegó a una zona más protegida se paró un poco para descansar pues ya no podía respirar de la adrenalina de correr.

Frente donde se había parado a descansar había una construcción y mi hermano comenzó a sentir un mal presentimiento y muchos escalofríos, dice que en el momento que decidió continuar su camino algo atrajo su atención hacia dentro de la construcción… Pudo notar entre los escombros y la obscuridad unos pequeños ojos brillantes asomándose de ahí viéndolo fijamente.

El cuerpo de mi hermano nuevamente se paralizó pero esta vez no era por el miedo, realmente no podía moverse como si estuviera en un estado de hipnosis, veía a la bruja salir de su escondite descubriéndose el rostro del velo y cada vez más cerca…

La bruja tenía un rostro espantoso; sus ojos eran blancos y sumidos, con una expresión como de asombro con la boca abierta y dientes afilados, su cabello largo y negro.

A punto de ser llevado por una bruja, gracias a Dios tuvo un golpe de suerte en el momento que a lo lejos se empezó a escuchar unos gritos y esto hizo que mi hermano saliera de ese trance que lo envolvía la bruja, logrando reaccionar y correr aterrado después de lo sucedido.

Cuando por fin llegó a la casa, mis padres estaban preocupados y mis hermanas también, pues habían perdido a mi hermano y lograron llegar desde antes pensando que él estaba en casa. Mi hermano les contó lo sucedido en un llanto incontrolable, desde esa noche ellos se encerraron con mucho pavor a que la bruja regresara por él.

Pero ahí no termina la historia, al otro día mi hermano hervía en calentura y deliraba horrible balbuceando que la bruja se encontraba escondida detrás de la puerta para llevárselo, mi mamá preocupada estaba con él a todas horas y para tranquilizarlo le puso a san Martín de Porres en la cabecera.

Al pasar tres días, mi hermano no comía, no dormía solo gritaba que la bruja seguía vigilandolo, entonces una señora de los rumbos, se ofreció a curarlo del espanto.

Dice mi mamá que mientras lo curaban, la señora rezaba y justo en ese momento podían escuchar hacia afuera de la casa unos gritos y chillidos muy fuertes, también el cuarto se sentía más frío de lo normal. Estuvieron rezando por un buen rato hasta que mi hermano logró quedarse dormido, a la mañana siguiente amaneció sin calentura y más tranquilo.

Desde ese entonces, mi hermano lo recuerda con mucho temor diciendo que es lo más horrible que ha pasado en su vida, ni las películas de espatos se comparan a lo sucedido.

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