A los 24 años, Ishana Night Shyamalan dirige su primera película. En un tono similar al que ha usado varias veces su padre, cuenta una historia de terror folclórica de Irlanda.
Por Nicolás Bianchi
Ishana contó con total respaldo de su padre para realizar este film. M. Night figura como el productor principal. Además, poco tiempo atrás empleó a su hija como directora de segunda unidad para Old (2021). Ese trabajo seguramente le valió como graduación para encarar su primer proyecto al frente de la cámara. A diferencia de otras óperas prima, aquí no hay un exceso de ideas o la búsqueda de algo nuevo. Por el contrario, lo que se muestra es una narración bajo control.
Es que Ishana, seguramente, no tiene que demostrar grandes dosis de talento o creatividad para empezar su carrera. En cambio, lo que debe hacer es probar que puede hacer el trabajo. Y eso es lo que hace en The watchers. La película tiene como protagonista a Mina (Dakota Fanning), una mujer joven con un trauma de origen que vive haciéndose pasar por otras personas.
Esta muchacha se pierde en un bosque misterioso que encierra una historia de misterio y terror. El set up que despliega la película para llegar a este punto es algo torpe y luce bastante forzado. No queda muy claro dónde está yendo Mina cuando su auto se descompone entre árboles altísimos. Tampoco está justificado el hecho de que lleve un pájaro en una jaula. La respuesta a esto último es porque más adelante lo va a tener que usar, pero bueno, Ishana podría haber sido un poco más sutil en estas cuestiones.
El bosque donde queda atrapada Mina es un lugar del que, en principio, no es posible escapar. Por las noches, unas criaturas llamadas watchers asolan el lugar. Pero Mina consigue refugio en una cabaña relativamente segura junto a otros personajes que han quedado varados anteriormente. Ellos son la experimentada Madeline (Olwen Fouéré) y los jóvenes Ciara (Georgina Campbell) y Daniel (Oliver Finnegan).
Todos estos personajes deben seguir un conjunto de reglas para sobrevivir: no se puede salir de noche, no hay que acercarse a la madriguera de estas criaturas y siempre hay que estar de frente a la gran vitrina que hay en esta cabaña. A estos watchers les gusta, justamente, mirar qué es lo que hacen los humanos. Como si fuera el público de un reality show extremo.
Mina va a intentar subvertir todas estas reglas para solucionar el problema y escapar. El film cuenta con un buen ritmo narrativo y resulta, por momentos, entretenido. Ahora bien, como está todo el tiempo todo bajo control hay algo de la firma Shyamalan que brilla por su ausencia. Los golpes de efecto y los giros en el guión están muy anunciados. Cualquier espectador medianamente avispado puede adivinar cuál es la sorpresa que prepara la película para el último acto.
Con The Watchers Ishana demuestra que puede filmar una película de terror y fantasía manteniendo un estándar de calidad aceptable. Todavía falta dilucidar si puede caminar en esta industria sin el apoyo de su padre y forjando un estilo propio, o al menos reinventando el de su progenitor. Oportunidades no le van a faltar.
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